Llamadas un rito ancestral?

Un poco de Historia

La esclavitud ha sido una forma de servicio forzado que existió desde la más remota antigüedad y en todos los continentes. Los esclavos pertenecieron desde siempre a cualquier raza aunque en el mundo occidental impresione mas el tráfico de negros.
Aristóteles consideraba a la esclavitud necesaria; los esclavos seres inferiores, debían realizar los trabajos manuales así los esclavistas podían pensar.

El Cristianismo se opuso en vano a este vicio pagano sin éxito, en tanto fue un comercio legítimo desde el siglo 16 hasta entrado el 19 y un suculento negocio sobretodo para los ingleses, contribuyendo los recursos obtenidos a su Revolución Industrial.
En el Río de la Plata el esclavo fue destinado a tareas domésticas, servicios y las florecientes idustrias saladeros.
Durante la Gesta Artiguista muchos negros se integraron a las filas patriotas, donde fueron influidos por las ideas libertarias e igualitarias del prócer.
La abolición de la esclavitud es un proceso que se inicia en 1813 precisamente en el período Artiguista y se extiende hasta 1853, en que una ley declara pirático el tráfico de esclavos.
El impacto de su captura, traslado a tierras lejanas y el trabajo forzado, desintegró su patrimonio cultural.
Sometido a la cultura dominante pudo conservan muy pocas de las manifestaciones culturales propias de los puebles a los que pertenecían.
Su profundo sentido rítmico les permitió conservar las danzas hoy completamente desaparecidas, que en un proceso sincrético se transformaron en el candombe actual.
La “liberalidad” de la sociedad montevideana permitirá a sus esclavos la realización de encuentros de agasajo a sus “reyes”, donde practicaba sus danzas al son de diversos instrumentos. Como expresaba una resolución del Cabildo “ podían llevarse a cabo en extramuros” en la costa sur, “los días de fiesta, hasta la puesta del sol”.
Incorporaron a su ceremonial elementos que habían apreciado en las festividades de Hábeas, en las proclamaciones regias y hasta en el desfile masónico de los ingleses con sus bandas, pendones y mandiles.

Se reunían en “canchas” al aire libre o en “salas” que se instalaban en fincas ruinosas alquiladas o cedidas en los suburbios, cuando las normativas les permitieron los festejos dentro de la ciudad.
Los locales llamados tambos, eran adornados de acuerdo a la circunstancia y se concurriría con las prendas que los «amos»(?) tenían en desuso; si más coloridas mejor.
Había tres ambientes: la sala de los reyes, el oratorio con imágenes de San Benito o San Baltasar y la sala de “canyengue”.
La vida de las salas fue genialmente reflejada en sus obras por el ensayista y pintor uruguayo, Dr. Pedro Figari.
Se reunían por naciones: Gunga, Guanda, Congo, Banguela, etc., en la costa sur desde la batería de San Rafael hasta el Cubo del Sur, cuando no contaban con sala o cuando les resultaba pequeña, o bien para lucir sus actuaciones frente a sus «amos»(?), que concurrian con entusiasmo a presenciar el acontecimiento. La fiesta se realizaba en principio los días de Navidad, Año Nuevo y Reyes, donde el 6 de enero era el momento cuando la celebración llegaba a su mejor expresión. Incluso salían en cortejo a saluda a las autoridades religiosas en la Iglesia Matriz y al Gobernador en el Fuerte.
Las naciones con el tiempo se fueron convirtiendo en comparsas y progresivamente se fueron incorporando al carnaval, haciéndolo oficialmente desde 1870, perdiéndose bastante del candombe original como danza.

Coreografía del candombe.
“La danza en su situación original presentaba una coreografía variada, iniciada por un cortejo, seguido de la formación de calles y ruedas y terminaba en un “entrevero”.
Los bailarines componían parejas sueltas y sus pasos quedaban librados a la inventiva individual”. Se arrastraba mucho el pie, y no había saltos. Al candombe se le considera un producto de la aculturación, por la similitud de sus figuras con las de la contradanza europea.

Los Instrumentos
La danza se acompañaba musicalmente por los tamboriles, pero también con otros elementos todos de percusión como la mazacalla, la marimba, la tacuara y las hueseras.
Sobreviven los primeros que son de 4 tipos: el chico (soprano) de 65 cms. De altura por 16 cms. De boca, el repique (contralto) de 70 x 20, el piano (tenor) de 73 por 24 y el bombo (bajo) de 78 por 27 (aproximadamente).
Es frecuente la ausencia del bombo en un conjunto de tamboriles; los repiques pueden ser 3, los pianos pueden ser 2; la comparsa puede multiplicar estos porcentajes.
La frase rítmica consta de dos compases en 4/8, lo cual permite superponer tangos y milongas. El chico tiene rítmica fija, en tanto el repique es el más improvisador.
La lonja se percute con una mano y un palillo que lleva la otra, que puede batir tanto el parche como la madera produciéndose tres sonidos de timbre y altura distintos.
Los tamboriles uruguayos son unimembranófonos y las disponibilidades del lugar y el incretismo cultural indujeron a los negros a construirlos con duelas machimbradas de barricas de yerba, precintadas con flejes de hierro en diversas alturas. Este hecho debió determinar la forma abarrigada.
El parche era antes siempre de cuero de vacuno y se templaba al calor de una fogata de diarios viejos. Actualmente con los materiales sintéticos, es innecesaria esta operación.
El tamboril se lleva suspendido en el hombro mediante una correa y se apoya sobre el muslo durante la marcha del instrumentista.

Personajes
La modalidad actual del candombe está completamente adaptada al carnaval desde 1890, aunque perduran algunos personajes de las viejas “salas” metamorfoseados.
El “escobillero” era antes el encargado de dirigir el ceremonial con un bastón de borlas; hoy lleva una escoba con la cual practica sus malabares.
El “gramillero” representaba el brujo de la tribu, tenía su jerarquía. Por lo que vestía de sombrero de copa, levita, anteojos y barba blanca larga; bastón y valija yuyera, en una y otra mano.
La “mama vieja” con un abanico en la derecha y una sombrilla en la izquierda, recargada de faldas y enaguas, coquetea con el gramillero. La vedette es un elemento recientemente transculturado.
Para concursar oficialmente la comparsa de “negros y lubolos” debe presentar como mínimo 12 tamboriles, cinco bailarinas, una vedette, un escobero, dos gramilleros, dos mamas viejas, cuatro portabanderas, un portaestandarte, un portamedialuna y un bailarín. Se constituían con un mínimo de 45 miembros y un máximo de 60.
El tamborileo viste saco largo hasta la rodilla sin mangas, con volados. Alpargatas encintadas hasta la rodilla, camiseta blanca, bombachudo hasta la rodilla y sombrero de paja.

Llamadas
El candombe en principio nada tiene que ver con el carnaval; se va asociando a él progresivamente a lo largo del siglo 19, y se integra oficialmente a las fiestas de Momo en 1870.
La antigua congregación por naciones dio paso en la actualidad a “sociedades” donde el “rey” pasó a ser “presidente” y donde el factor de afinidad es la vecindad, el parentesco, la comunidad laboral, etc.
La llamada es una convocatoria que hacen algunos miembros de la comparsa al resto de la misma, valiéndose del lenguaje rítmico del tamboril.
La Intendencia de Montevideo oficializó desde 1956 el Desfile de Llamadas, que es un desfile de Sociedades de Negros y Lubolos. Estos son blancos pintados de negro y la denominación viene desde el siglo XIX.
Se realiza en las calles del barrio Palermo, zona de conventillo y apartamentos de corredor, tradicionalmente ocupados por familias morenas. En el Desfile de Llamadas las comparsas compiten entre sí por premios y distinciones que otorga la Intendencia de Montevideo, organizadora del evento.

2 Respuestas a “Llamadas un rito ancestral?

  1. Felicito la iniciativa; es muy importante hablar sobre estos temas, pero esta bueno resaltar algunos puntos.
    1. El Tambor no es el Tamboril, el tambor es otro instrumento el cual si era tocado por los negros llegados del África.
    2. El saco largo como se lo denomina en el articulo se llama Domino y es asi como lo reconocen, los negros y o afrodecendientes y la población en general.
    3. Las Familias Morenas, son en realidad familias negras, o afro.
    4. El ámbito de la comparsa no interfiere en la llamada, o sea lo importante es el valor rítmico y no otro.
    lo que llama es el ritmo del tambor y el reconocimiento y no otro. Aunque se sea de comparsas diferentes.

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